viernes, 13 de junio de 2008

HOMENAJE AL EL CULO....O AL PAPEL


Barcelona ha sufrido un colapso logístico con la huelga de los transportistas. En cuestión de dos días bloquearon los principales accesos a España por la Junquera en Cataluña y por Irun en el País Vasco. Los principales centros logísticos de distribución de alimentos frescos y verduras, Mercabarna, Mercamadrid y otros vieron como no entraba ni salía mercancía alguna. Los restaurantes de pescado vieron como sus proveedores no le servían mercancía y tuvieron que quitar de la carta el pescado fresco. Los productores de leche han tenido que tirar leche fresca por tener lleno los depósitos de almacenaje y no poder acopiar más. Algunas empresas que dependen de proveedores para mantener la cadena de producción diaria, dicen ahora que tendrán que despedir cerca de 9.000 trabajadores a consecuencia de las pérdidas ocasionadas por el paro que ha costado alrededor de unos 100 millones de euros. Dicen que el despido será por unos días, pero eso no se lo cree nadie: ni la patronal, ni los trabajadores afectados, ni el propio Gobierno que ve como la subida de los carburantes puede poner al país en vilo. Los camioneros están alzados y la que han montado ha sido de ampanga. Las colas en las gasolineras el domingo por la noche ya eran kilométricas, y el lunes por la mañana muchas gasolineras tuvieron que suspender la venta de combustible por carecer de ellos. El Gobierno socialista tomó cartas en el asunto y el martes era curioso ver camiones cisternas escoltados por la policía nacional y los mossos de escuadra en Cataluña. Parecía una de esas escenas que se ven en las películas cuando hay una alarma nacional y ves al ejército y las tropas de comandos especiales escoltando convoyes para solucionar los problemas de abastecimientos.

Hoy, la situación está más calmada y poco a poco todo regresa a la normalidad. Algunos piquetes siguen en huelga pero ya es menor su incidencia en los acontecimientos. Ha sido duro, durísimo para muchas personas, ver como desaparecían de las estanterías de los supermercados los productos básicos y frescos: la fruta, la leche, la carne y demás. Pero curiosamente lo que mas acaparó la gente y por ende lo que más escaseó, fue el agua embotellada y el PAPEL SANITARIO. Esto último, es lo que mas atrajo mi curiosidad. Los españoles de hoy parece que ya no son como aquellos de los que hablaba Machado:

entre una España que muere

y otra España que bosteza.

Españolito que vienes,

al mundo te guarde dios.

una de las dos Españas

ha de helarte el corazón.

Eso de las dos España: carlistas o liberales, republicanos o falangistas, sindicalistas o empresarios, izquierdistas o derechistas, nacionalistas o ultra-nacionalistas, Fútbol Club Barcelona o Real Madrid, ha quedado almacenado en el pasado. Digo almacenado y no desaparecido, porque sabemos todos que sigue ahí, escondido, quizá no tan latente como en otras épocas, pero sigue ahí. Sin embargo, hoy sabemos que hay algo que nos une más que la selección española o el jamón y la buena mesa y todo el conjunto de cosas que amamos y detestamos al mismo tiempo: el PAPEL SANITARIO o higiénico. Algún poeta de renombre debería escribir una oda al mismo y Sabina musicalizarlo. Sería todo un éxito.

He aquí la razón por la que el término CULO, es tan popular en España. Todo el mundo tiene el suyo y cada cual vela por su salud y limpieza de la misma forma que lo hace el Marqués o la sirvienta. No ha habido noticias al respecto de La Casa Real, pero cuando la tierra tiembla, no es porque los chinos se hayan puesto a saltar de contentos al mismo tiempo, por la falta de papel higiénico en España y visto en ello algo más que suministrar al país. No, sinceramente creo que no, hay algo más. Cuando una noticia de este tipo llega a los diarios de mayor tirada nacional, es por alguna razón de peso. Quien sabe si el lunes o el martes, no lo sé con tal precisión de detalles, el Rey Juan Carlos o el príncipe, se vieron sorprendidos por la ausencia de tan cotidiano elemento. Lo más jodido, es que a fuerza de costumbre, siempre nos damos cuenta después de…., ya sabéis; cerramos la revista y cuando extendemos la mano en busca de aquello, nos damos cuenta que no está en su sitio. Siempre nos queda el armario, pero esta vez están vacíos, se han agotado todas las existencias; entonces ya no queda más remedio que gritar, o acudir al sistema árabe del chorrito de agua, que es más higiénico y siempre queda mejor. Pero en las circunstancias actuales, en que el mundo occidental ha declarado la guerra al mundo musulmán más ortodoxo, quien se atreve a practicar estas abluciones, que nunca se han de confundir con ablaciones. En fin, es una teoría sin pies ni cabeza que hay que desarrollar, pero recuerden que dos cosas desaparecieron: el agua y el papel, y según como se mire, las dos tiene el mismo uso. Personalmente incito a los partidos políticos en vísperas de las próximas elecciones, bien sean municipales, autonómicas o generales, alzar la voz por la unidad española en nombre del papel higiénico. Ya veo a los nacionalistas catalanes preparando el discurso en papel sanitario timbrado con la bandera independentista, los vascos otra tanto y los españoles más de lo mismo. Total que volveremos a las andanzas de siempre y nadie recordará, que aquello que nos unió en momentos claves de desesperación, fue un papel en blanco, sin discursos ni membretes…

1 comentario:

j. ferrer dijo...

Estña muy bueno, Pepe. Dejo para los records que lo que yo "acaparé" fue arroz, leche y spaguetti.
Abrazo