lunes, 17 de diciembre de 2007

hay cosas del exilio a las que uno no acaba de acostumbrarse. Si vives alejado de la gran ciudad, Barcelona en mi caso, también sufres una dosis de exilio con los cubanos que residen en la urbe. Sin embargo, cerca de mi casita en Palafolls, hay otro pueblo: Calella, donde tengo un gran amigo cubano de esos que no pierden ni el acento a la hora de hablar. Es medico de profesión y por consiguiente cuando necesitas de sus servicios acudes al sociolismo para evitarte las colas de Urgencias que es como llaman acá al Cuerpo de Guardia. Que a decir verdad, me parece mas apropiado el termino de Urgencias que Cuerpo de Guardia, pues a mi este ultimo me da un tufillo a puticlub que es una definición universal y todo el mundo entiende. Sin embargo a Urgencias acudes cuando tienes una urgencia, así que uno de mis críos enfermo y salí pitando para el hospital en busca de su ayuda o cualquier otro especialista en caso de que no estuviera. Con tan mala pata empezó el día que no estaba de guardia mi amigo y tuve que dispararme toda la cola. Y vosotros os preguntareis a que viene tanto rollo del exilio y Urgencias? Pues cuando por fin me hicieron pasar, entre desconfiado pensando en que mata-sano me iba a tocar y es que a los médicos españoles uno les coge un poco de manía con lo mal que hablan de ellos los propios españoles. No pongo en duda su profesionalidad mas de una ves contrastada personalmente, pero uno siempre desconfía un poco de quien no conoce. Así que por fin se me acerca un hombre bajito con su bata de carnicero impecable y empieza a realizar las preguntas pertinentes. En cuanto puedo le largo el rollo de que soy amigo de Fidel, que es como se llama mi amigo (esto es un paréntesis para los mal pensados) y después de analizar al crió dirigiéndose a mi me pregunta de donde le conozco y le cuento que somos amigos de la infancia.
- entonces tu eres cubano?
- si -respondo-, pues soy de los que ha perdido el acento
- Yo también soy cubano, -me dice-. El también lo ha perdido.
Joder que alegría me entro en el cuerpo, pues un paisano siempre es un paisano.
- Y tu de donde eres? -ya entrando en el plan informal-
- De La Habana. -respondo-
- Yo soy de Manzanillo.
Me quede mas ancho que las puertas del Vaticano al entrar el Papa. Si esto me ocurre en el Prado, habría desconfiado como de los españoles, pero en Calella de la costa fue un verdadero milagro. De esto hace ya varios días, sin embargo no dejo de pensar en ello. Recuerdo que poco tiempo antes de que me sucediera esto, un negrito en el tren de Figueras se negó a entregar el pasaje al revisor pues este siempre le acosaba a el y estaba harto de tanto racismo. El negrito resulto ser un medico cubano que como mi amigo Fidel y el de Manzanillo van a cubrir plazas por todos los hospitales de Catalunya, para ganarse la vida. El negrito salio hasta en la prensa, pero la moraleja de mi historia es que no estamos solos, y aunque estés en el culo del mundo, si un día vas a Urgencias no te asombres si tu medico es de Jatibonico.
Desde aquí gracias a todos los médicos cubanos regados por el mundo trabajando por un salario digno y no por los caprichos de un dictador.

2 comentarios:

Pelerinage dijo...

Saludos

Sigue escribiendo, no te compliques en tratar de hacerlo perfecto. Trata de redactar como si estuvieses conversando.
Me gusto mucho tu primer blog. Debes continuar haciendolo.
Saludos desde Sarasota

Pelerinage

Anónimo dijo...

Si sigues escribiendo con esa cubanía elegante , tan necesaria en éste siglo de casi 8 años , tu blog será mi lectura matinal obligada a partír de ahora.
"de casta le viene al galgo" o como diría yo ,"de tal palo tal astilla".Este último comentario en honor al gran escritor e intelectual Moreno Fraginals , un abrazo donde esté,y
buen año.
fide.