Ya ha llegado la navidad, yo me encuentro en Andorra donde las conexiones a Internet son un desastre. El hotel donde me alojo dispone de conexión ADSL, pero no puedo entrar, así que para escribir esto tengo que desplazarme a otro hotel donde si pillo la señal. El buzón del móvil se ha colapsado de mensajes y por cortesía he tenido que responder a los mismos y dentro de unos días llega el ano nuevo que es un poco mas de los mismo.
No tengo nada en contra de las fiestas, al contrario me encantan, pero hay tantas personas que no se hablan en todo el ano y ahora por estos días sus facturas de teléfono suben como la espuma. Las tiendas están repletas de gente comprando cosas que la mayoría no va a utilizar y los negocios de Internet tipo E-bay hacen su agosto: “si tu regalo no te gusta cámbialo en E-Bay”. En fin es como una locura universal. No necesito que nadie me recuerde que en las aldeas africanas no hay ni tiendas, ni móviles y las familias no reciben ni postales UNISEF, pero no me nieguen que toda esta obsesión agobia un poco. Además cada ano son mas los que por estas fechas deciden desaparecer o refugiarse en su caracol para evitar el contagio.
Yo no formo parte de los que huyen o se obsesionan, creo que intento pasarlas lo mejor posible. Además soy muy familiar y aunque aparentemente vivo solo en España tengo la familia de mi mujer que son todos bellísimas personas y con ellos me los paso de vicio. Pero los mensajes, las compras, los tumultos eso si que me agobia y bastante. En nuestra familia siempre estamos buscando una ocasión para reunirnos, porque juntos no los pasamos bien por lo tanto la navidad no es una fecha especial en la que nos vemos las caras. Digamos que buscamos la forma de mantener durante todo el ano el espíritu de la navidad. Por eso somos una familia. Un cumpleaños, un aniversario, una buena noticia son motives mas que suficientes para reunirnos y el nacimiento del niño Jesús es una mas. Con esto solo quiero decir que aquellos que no recibieron mi mensaje o postalita no se sientan ofendidos. Puede que se me halla pasado alguien por alto. Un día discutiendo sobre la amistad alguien dijo que los amigos no son aquellos que llaman cada mes para saber como estas ni los que recuerdan tu cumpleaños o demás sino aquel que cuando lo necesitas esta para lo que haga falta. Hay quien opina que la amistad hay que regarla para obtener los frutos. Yo creo que la amistad se forja en anos de convivencia y una ves fraguada no hay quien la destruya a no ser los propios forjadores. Por culpa de la diáspora o el exilio hay amigos que hace anos que no veo espero que el día que nos volvamos a ver este todo intacto. Al menos así lo siento yo.
Un abrazo a todos os quiere no solo por estas fechas sino siempre pepe “Aladino desde Barcelona”
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