Como sigo en Andorra, continuamos con el tema rusos que es lo que mas abunda por acá. Resulta que ahora los jóvenes tienen vacaciones y ahora esto está lleno de muchachitos y muchachitas que no recuerdan o no quieren recordar que un día su país se llamó la Unión Soviética y estaba gobernado por un partido comunista que dirigía la vida de sus ciudadanos hasta el mas mínimo detalle. A vista de pájaro estos niños parecen sufrir de amnesia o renegar de su pasado del que parece no se sienten muy orgulloso que digamos. Sin embargo, el domingo se organizo una pequeña discoteca para esos jóvenes que visten todos con ropa occidental de marca, llevan cortes de pelos modernos, sus mujeres siguen siendo impresionantes, siguen bebiendo como cosacos, pero algo ha cambiado en ellos. Primero yo recuerdo en mi época de estudiante en Odessa lo mal que bailaban, el anti-ritmo de sus cuerpos que al igual que sus vidas parecían encerrados en corsets o cinturones de castidad, calzaban plomos en sus zapatos y les volvía locos la música de Adriano Celentano, Tutto Cotuño (creo que se escribe así) y demás artistas italianos. Conocían algo de la música anglosajona y americana pero lo que sonaba en las discotecas era el pop italiano por excelencia. La producción musical autóctona la dejaban para las juergas que montaban en los albergues de estudiantes. Pues bueno, ahora tienen sus propios Dj. que en mi opinión todos suenan iguales.... bum bum bum tatata bum bum bum y así sucesivamente mezclando clásicos que todos conocen. Pues el bum bum les ha dado ritmo a sus cuerpos que ahora parecen liberados, tienen gracia, hasta las caderas de las chicas resultan verdaderamente sensuales. Para dicha fiesta se trajeron un Dj de San Petersburgo, todo un personaje en el país o al menos la ciudad de Pedro el Grande. Mezclaba clásicos con cierta gracia para quien le guste ese tipo de música, pero lo que realmente les produjo un trance fue cuando entre bum y bum sonaba algo de aquellos grupos que se hicieron con un nombre en la época comunista rompiendo quizás los cánones del marxismo. Los que hemos estudiado en el bolo recordamos Machina Bremeni y cosas por el estilo. Pues esto les enajena, incluso un clásico como Na biereg Katiusha, canción popular que conoce el mundo entero como "Bésame Mucho" o "Guantanamera" convirtieron la sala de baile en un centro espiritista de vudú donde todos gritaban y saltaban poseídos por una fuerza mayor ajena a sus cuerpos. Ver para creer señores. Esos niños pro occidentales orgullosos de su pasado musical. Hablé con uno de ellos y abiertamente me comentó que le gustaría que el mundo hablara ruso. !Que miedo!. Esta gente pasa del blanco al negro sin grises ni matices. No creo que vayan a erigir un monumento a Stalin, pero están satisfechos de Putin y su camarilla que les ha devuelto el orgullo eslavo. China se esta comiendo el mundo pero no perdamos de vista a los rusos. Las nuevas generaciones vienen con otros aires.
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