sábado, 23 de enero de 2016

CUBA - ESTADOS UNIDOS. ANEXION?


CUBA – USA / USA – CUBA. 



El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos ha sido y será, un proceso largo que no termina con la apertura de las embajadas. A partir de ahora vendrán las verdaderas complicaciones como dar cabida y solución a las reclamaciones que ambas partes exigen o deben exigir. Cuba ya ha expresado claramente sus deseos de recibir una compensación económica por las perdidas ocasionadas por el “bloqueo” embargo; la devolución de la base Naval de Guantánamo, entre otras. Por su parte el Gobierno Norteamericano o la Administración Obama que ha dado este importante paso para cambiar las relaciones que existían entre los dos países, no ha modificado su discurso. Por un lado tiene el osadía de practicar concesiones en su política, pero por otro no modifica el discurso de sus exigencias. Habría que otorgar el voto de la duda, no se por cuanto tiempo: 100 días, medio año, un año y comprobar si las concesiones han dado algún resultado. De todas formas será interesante seguir la evolución del proceso.
En cuanto a las exigencias de ambos gobiernos podemos estar de acuerdo o en desacuerdo. Cuba puede reclamar lo que quiera, otra cosa es que se le conceda lo que exige. Sin embargo, el Gobierno Cubano debería partir de la base de que históricamente, Cuba y los cubanos estamos en deuda profunda con los Estados Unidos.
La historia es una herramienta que se presta a muchas interpretaciones y manipulaciones. Podemos hacer un listado de agravios librados por los Estados Unidos en Cuba, pero también de los beneficios obtenidos por la cercanía geográfica e interese comunes y sentimientos de admiración conjunta. De ahí que exista una leyenda Rosa y otra Negra. Los mas de cuatrocientos años de dominación, explotación y guerra con España, no han impedido unas magnificas relaciones entre los dos países. La historiografía nos habla mas de los fuertes vínculos histórico - culturales que nos unen, que de las posibles desavenencias ocasionadas como resultado de la conquista, dominación y explotación. Es un burdo ejemplo de cómo se puede hacer historia.
Las relaciones con Estados Unidos no están exentas de estas mal -interpretaciones. Durante el siglo XIX, cuando mas evidente se hizo el sentimiento de frustración con el sistema colonial español, parte de la oligarquía criolla residentes en Estados Unidos, impulsaron un fuerte movimiento anexionista del que entre los aspectos mas destacados encontramos la publicación en New York del diario “La Verdad” dirigido por Gaspar Betancourt Cisneros “El Lugareño”. Su biografía es un ejemplo de los vínculos que siempre han existido entre Cuba y Estados Unidos; donde los jóvenes viajaban al Norte para completar su formación académica. Este hecho aparentemente insignificante es un reflejo de la admiración que profesaban los cubanos por una nación que se había independizado de su metrópolis y establecido un sistema de gobierno respetuoso con las libertades personales y de progreso económico. El caso del Lugareño no es un hecho aislado, por esas fechas y en los sucesivos años, la presencia de cubanos, muchos de ellos nacionalizados americanos, es una constante que vamos a encontrar hasta nuestros días. Otro hecho altamente polémico es el diseño de la bandera cubana inspirada en la bandera de Texas siguiendo un patrón lógicamente anexionista. El encargo fue hecho por Narciso López de Urriola a Miguel Tuerbe Tolón. Narciso López, militar español, nacido en Caracas que después de las guerra de independecia suramericanas se vio desplazado a Cuba donde contrajo matrimonio con la hermana del Conde de Pozos Dulces. Este hecho aparentemente insignificante es un reflejo de la época, donde los oficiales españoles certificaban alianzas matrimoniales con la aristocracia criolla. Ambos intereses se complementaban: el poder político en manos de los militares peninsulares y el poder económico en manos de la aristocracia criolla. Narciso López organizó varias expediciones a Cuba, financiadas por los estados sureños esclavistas, hasta que finalmente fue apresado y ejecutado en el garrote vil en La Habana el 1 de septiembre de 1851. Según la historiografía, sus ultimas palabras fueron:
Mi muerte no cambiará los destinos de Cuba
El movimiento anexionista se prolongó aproximadamente hasta la década de 1860, cuando los Estados Unidos se vio enfrascado en la Guerra Civil. El anexionismo como movimiento político desapareció pero los sentimientos de admiración entre ambos países perduraron. A inicios de la década del 1870 un polémico acontecimiento que aun no ha sido estudiado en profundidad por la historiografía, nos descubre al entonces Regente de España: Joan Prim i Prats, estudiando y valorando muy seriamente una oferta de compra – venta de la Isla de Cuba por los Estados Unidos. Los detalles de esta operación aun están por esclarecer. Supuestamente el dinero iba ser aportado por la aristocracia criolla desplazada y radicada en los Estados Unidos, enfrentada abiertamente al poder militar español.
Como una premonición, las ultimas palabras de Narciso López marcaron que los destinos de Cuba, independiente o no, iban a permanecer fuertemente ligados a los Estados Unidos.
Durante las guerras de independencia es ampliamente conocido el papel que jugó los Estados Unidos: cuantos cubanos emigraron o fueron deportados a Norteamérica; cuantas campañas y expediciones fueron planeadas y financiadas desde los Estados Unidos y al final la intervención en 1898. Desafortunadamente la historiografía cubana es muy critica con el período de intervención norteamericana 1898-1902. Pero la verdad es que modernizaron las estructuras heredadas de la etapa colonial. Se transformó todo lo relacionado con las formas de gobierno, justicia, hacienda, obras publicas, sanidad y educación. El mérito no es exclusivo de los norteamericanos sino también de los propios cubanos que demostraron una madurez acerca del conocimiento de las verdaderas necesidades del país después de tantos años de guerra. Dentro de estos avances o progresos no se puede obviar que existían ciertos intereses por parte de la nueva administración por americanizar al máximo posible la isla con vistas a una posterior anexión. Para el presidente McKinley Cuba debía estar unida a los Estados Unidos por singulares lazos de intimidad y firmeza. La anexión no fue posible, los sentimientos nacionalistas eran muy fuertes y los norteamericanos se tuvieron que conformar con la Enmienda Platt.
El resto hasta 1959 es historia. Cuba se convierte en uno de los principales aliados políticos y económicos de los Estados Unidos. Hay un flujo en ambas direcciones de intereses, mercancías, personas, elementos culturales y todo lo habido y por haber. Ninguna nación latinoamericana se acercó mas al american way of life como Cuba, principal consumidor de los productos norteamericanos. A veces para conseguir una anexión no hacen falta tratados políticos entre los gobiernos, basta con una fuerte influencia cultural e importación de bienes de consumo. Esto es lo que sucedió con Cuba hasta 1959.
Con la revolución castrita se empezó a escribir otra historia ampliamente conocida. A partir del primero de enero del 59, como resultado del odio personal que Fidel siente por todo lo norteamericano, convirtió a los Estados Unidos en el archienemigo y a la fuerza busco la forma de sovietizar a la sociedad cubana sin lograrlo. El flujo migratorio desde el 1959 hasta nuestros días no se ha detenido y hoy el número de ciudadanos cubano – americanos es mas alto que nunca. La presencia de Cuba en los Estados Unidos hoy es mas fuerte que nunca. No se trata solo del éxito empresarial de muchos cubano-americanos; o la representación cada vez más común de deportistas en la liga de béisbol profesional; o la tradicional influencias en la música, las artes plásticas, la literatura, sino también con dos posibles candidatos a la presidencia del país de origen cubano. Esto nos permite afirmar que tanto tiempo de propagación de odio y enfrentamiento, por parte del Gobierno Cubano no ha servido para nada. Aun no esta claro quien a capitulado, si Cuba o los Estados Unidos, para muchos ha sido la administración Obama. Pero aun está por ver como evoluciona este proceso.
Si realmente la apertura de embajadas fuera una forma encubierta por americanizar aun más la Isla y conseguir con ello no solo una apertura democrática, sino una forma de acercar más físicamente la Isla con fines de anexar el territorio el día de mañana, (esto ultimo es una fantasia personal). Pues estaría bien que Cuba se viera obligada a aceptar que todos aquellos ciudadanos cubano – americanos nacionalizados o no, puedan participar en unas elecciones democráticas independientemente de su lugar de residencia. Tantos años exigiendo a los cubanos viajar a la Isla con pasaporte cubano, que ahora tendría que consentir los derechos que ellos conlleva: admitir la doble nacionalidad y permitir su participación en unas elecciones democráticas.
Si por azares de la historia, ahora que se han puesto de moda los plebiscitos por independizarse o anexarse a un territorio vecino; alguien con fines políticos retomara el discurso anexionista de los cubanos a mediados del XIX, sin duda obtendría un número importante de afiliados, porque definitivamente la solución de Cuba, pasa por la americanización de la Isla. Otra cosa sería que los Estados Unidos estuviera interesado en ello. El destrozo Castrista es de tales dimensiones que no hay presupuesto suficiente para en los próximos 500 años ver consensuado el sueño de Narciso López y muchos otros valientes cubanos que pusieron por delante los intereses de la isla a los intereses nacionalistas e independentistas.

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